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En tiempo de zopilotes, la ayuda no se detiene

En tiempo de zopilotes, la ayuda no se detiene
  • Publishedoctubre 16, 2025
  • Mientras la oposición lanza acusaciones falsas y oportunistas, el personal de salud y de gobierno trabaja entre lodo, abre clínicas móviles, cura y realiza censos para hacer llegar el apoyo a los damnificados por las lluvias en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.

Por Mario Moreno, Coordinador del Programa Trato Digno del ISSSTE

Mientras la derecha rancia aprovecha el dolor para mercadear críticas, sembrar conspiraciones y alimentar la discordia, el verdadero frente de batalla se ve —y palpita— en el trabajo silencioso del personal de salud: médicas, médicos, enfermeras, vacunadoras que desempacan maletas, cruzan caminos inundados y llevan la bata al territorio.

Desde Veracruz hasta San Luis Potosí, pasando por Puebla y Querétaro, el Gobierno de México ha activado estrategias de atención: censos a cargo de la Secretaría de Bienestar, puentes aéreos coordinados por la Sedena y la Semar para comunidades incomunicadas, y acciones inmediatas de reconstrucción y apoyo alimentario para las familias afectadas.

Una de las instituciones que ha llevado la atención hasta las zonas afectadas es el ISSSTE, que ha desplegado brigadas médicas, unidades móviles y personal de emergencia que brinda atención sin pedir credencial, sin preguntar si alguien es derechohabiente.

En municipios como El Higo y Álamo, en Veracruz; Huauchinango, en Puebla; nueve poblados en Hidalgo; y Tamazunchale, en San Luis Potosí, brigadas del ISSSTE y del sector salud federal trabajan en zonas críticas. Ahí se han atendido lesiones, infecciones y enfermedades respiratorias derivadas de la humedad.

Más de una veintena de clínicas afectadas por las lluvias ya fueron reactivadas y, donde el agua impide el acceso, las unidades móviles han reemplazado los muros por carpas. Ese es el rostro de la respuesta real del Estado mexicano: no el discurso, sino la acción.

El director del ISSSTE, Martí Batres, informo que se desplegarán 200 brigadas de cuatro personas cada una para la aplicación de vacunas contra el tétanos y hepatitis B, para la población en general en dichos estados. La ayuda está a todo vapor en las zonas siniestradas.

Pero mientras ese ejército civil sostiene la vida, la oposición tradicional y sus mentiras mediáticas despliegan su estrategia más conocida: la desinformación. En redes sociales y en ciertas columnas, se difunden falsedades, manipulación o falta de la entrega de apoyos. Nada más falso ni más mezquino.

Criticar desde la comodidad es fácil. Cuestionar desde la distancia vende clicks. Pero es en el terreno —donde se mezclan el barro, la fatiga y el compromiso— donde se mide la verdadera lealtad a la gente. Mientras los detractores levantan el dedo, hay médicas que cargan botiquines, vacunadoras que cruzan arroyos con hielo y vacunas a cuestas. Ese es el país que no cabe en los titulares que buscan escándalo.

La presidenta Claudia Sheinbaum lo ha dicho con claridad: “no se escatimarán recursos para los damnificados”. Y ha cumplido con presencia, coordinación y resultados verificables. Los censos del Bienestar avanzan para identificar daños en viviendas, caminos y cultivos; la Sedena y la Semar mantienen operaciones en al menos 40 municipios; y el ISSSTE, junto con IMSS y Secretaría de Salud, garantiza la cobertura médica inmediata. Se trata de una respuesta coordinada que, tiene como prioridad salvar vidas.

La derecha rancia puede intentar contaminar el ánimo social con cinismo o posicionar la idea de un Estado incapaz, pero el país está mirando a quienes realmente actúan. El rostro del México solidario no está en los foros ni en los hashtags, sino en las manos que curan, cargan, limpian y sostienen. Y en esa tarea, el ISSSTE y el personal de salud del gobierno federal son ejemplo vivo de compromiso y entrega.

Hay quienes se dedican a medir tragedias con encuestas, y quienes las enfrentan con trabajo. Hay quienes lanzan rumores desde un escritorio, y quienes cargan suero en los caminos. Y ahí se marca la diferencia entre un proyecto de nación que protege, y una oposición que solo ataca.

Porque en medio de la emergencia, la bata en el territorio vale más que mil tuits.

Written By
Red Capital